
Vaporizaciones vaginales: medicina para reconectar con tu útero
Vaporizaciones vaginales: una medicina para reconectar con tu útero. También conocidas como yoni steam, no son una moda nueva de TikTok ni una tendencia de wellness reciente.
Son una práctica ancestral utilizada por diversas culturas alrededor del mundo para cuidar, sanar y honrar el centro energético de la mujer: el útero. Hoy, muchas mujeres están redescubriendo esta herramienta como una forma profunda de autocuidado, alivio físico y limpieza energética.
¿Qué es una vaporización vaginal?
Una vaporización vaginal consiste en sentarse (sin ropa interior) sobre una fuente de vapor caliente que contiene infusión de plantas medicinales. Este vapor suave entra en contacto con la zona íntima y, mediante el calor y los componentes herbales, ayuda a relajar, limpiar y estimular los tejidos del útero, la vulva y la zona pélvica.
A diferencia de una ducha vaginal, que es invasiva y puede alterar la microbiota, la vaporización trabaja desde el calor y la energía sutil de las plantas, respetando los ritmos naturales del cuerpo. Las vaporizaciones vaginales: medicina para reconectar con tu útero.
Fuente: Un estudio exploratorio sobre yoni steam y salud femenina realizado por la Universidad Estatal de San Diego analizó su uso tradicional y los beneficios percibidos por mujeres que lo practican. Consulta el estudio aquí

Historia: un legado femenino que cruza culturas
Las vaporizaciones vaginales tienen raíces profundas en diversas culturas del mundo. Aunque hoy se ven como parte de un enfoque alternativo o natural, su origen es ancestral y está vinculado a sabidurías femeninas que se transmitían de generación en generación.
En Mesoamérica
Las mujeres mayas practicaban el "temazcal uterino" o bajo ritual como parte del posparto, con el objetivo de ayudar al útero a volver a su tamaño natural, eliminar residuos, "cerrar el cuerpo" y restablecer la energía femenina. También se usaba para aliviar cólicos, fortalecer la fertilidad y como preparación para rituales de paso.
En Asia
En Corea del Sur, la práctica llamada chai-yok es común en spas tradicionales y consiste en sentarse sobre una vasija de barro con hierbas calientes. Se utiliza para desintoxicar el cuerpo, mejorar la circulación, limpiar el útero y armonizar el sistema reproductivo. En la medicina tradicional china, se reconoce que el calor y las plantas ayudan a movilizar estancamientos de “energía fría” en el vientre.
En África y el sudeste asiático
Muchas comunidades africanas utilizan vapores herbales como parte de sus rituales de iniciación femenina, limpieza antes del matrimonio o procesos de sanación tras eventos traumáticos. En Etiopía, por ejemplo, se usa una técnica similar llamada tbel, enfocada en devolver el calor interno al cuerpo femenino. En Indonesia y Filipinas, estas prácticas están asociadas a la purificación del cuerpo y del alma.
Más allá de las fronteras, estas prácticas coinciden en un mensaje común: el útero no solo guarda vida, también guarda memorias.
🌍 Fuente de apoyo cultural:
El libro The Woman Code de Alisa Vitti y publicaciones de ginecología natural respaldan el uso de prácticas no invasivas para armonizar el ciclo menstrual. También se han documentado estas prácticas tradicionales en múltiples regiones del mundo por herbolarias contemporáneas como Keli Garza, fundadora de Steamy Chick, quien ha recopilado testimonios y registros de más de 25 culturas en las que las mujeres han usado el vapor como herramienta terapéutica femenina.

Beneficios de la vaporización vaginal
Los beneficios de la vaporización vaginal han sido reconocidos ancestralmente por culturas como la maya, la etíope, la coreana y muchas otras que han usado el vapor de hierbas como una forma de devolver calor, energía y equilibrio al útero.
Esta práctica actúa a través del calor húmedo y los principios activos de las plantas, los cuales son absorbidos suavemente por los tejidos vaginales. Esto no solo genera alivio físico, sino que permite un espacio para reconectar con el cuerpo desde lo emocional y energético.
Vaporizaciones vaginales: medicina para reconectar con tu útero, entre sus principales beneficios se encuentran:
- Aliviar cólicos menstruales y tensión pélvica: gracias al calor penetrante y relajante, que ayuda a disminuir espasmos musculares.
- Apoyar procesos de regulación hormonal: al mejorar la circulación pélvica y relajar el sistema nervioso, facilitando el equilibrio natural del ciclo.
- Reducir inflamación y estimular la circulación en la zona pélvica: muchas plantas utilizadas en el yoni steam son antiinflamatorias y favorecen la oxigenación de tejidos.
- Limpiar el útero de residuos acumulados: algunas culturas creían que el útero no sólo guarda sangre, sino también emociones estancadas; el vapor facilita la eliminación tanto física como simbólica.
- Acompañar procesos postparto o postaborto de forma amorosa: como lo hacían las mujeres mayas o africanas, para cerrar el cuerpo y apoyar la recuperación.
- Conectar con la propia energía femenina, la sexualidad y el linaje materno: un espacio íntimo de escucha corporal y reconexión ancestral.
- Acompañar cierres de ciclos, rupturas o cambios profundos: permitiendo soltar a través del calor, el llanto o la meditación durante el ritual.
- Potenciar la fertilidad cuando se realiza en el momento adecuado del ciclo: al preparar el útero con mayor irrigación y calor interno.
🧠 Referencia útil: La reconocida partera y herbolaria estadounidense Keli Garza (Steamy Chick) ha documentado más de 70 casos de mejora menstrual con vaporización vaginal. Ver sitio web oficial(https://www.steamychick.com/)

¿Cuándo hacer una vaporización intima femenina y cuándo evitarla?
Es recomendable hacerla:
- Después de la menstruación (1 a 3 días después de terminar)
- Cuando hay ausencia del ciclo por varios meses (amenorrea)
- Antes de ovular (si se busca fertilidad)
- En momentos de transición emocional: mudanzas, cierres, duelos, rituales
- Cuando hay sensación de frialdad en el útero o zona pélvica
No es recomendable hacerla si:
- Estás menstruando o con sangrado activo
- Estás embarazada o sospechas estarlo
- Tienes DIU (dispositivo intrauterino)
- Tienes heridas vaginales recientes, infecciones activas o hemorragias
¿Cómo se hace una vaporización vaginal paso a paso?
1. Hierve 1.5 a 2 litros de agua filtrada.
2. Apaga el fuego y agrega un puñado de hierbas (secas o frescas). Puedes usar una mezcla o plantas específicas según tu necesidad.
3. Deja reposar la infusión tapada durante 5-10 minutos. Esto permite que los principios activos se liberen bien.
4. Vierte la infusión en un recipiente resistente al calor (olla, balde de acero inoxidable o cerámica).
5. Adopta una de estas posiciones seguras:
- Sentada sobre una silla con hueco al centro
- En cuclillas (posición tradicional, aunque puede ser exigente)
- En cuatro, apoyada en antebrazos y rodillas (muy cómoda y segura)
6. Cúbrete con una manta o falda gruesa desde la cintura. Esto crea una “tienda” de vapor que concentra el calor y las propiedades de las hierbas.
7. Verifica la temperatura con tu mano. Si el vapor quema, espera unos minutos. No debe doler ni causar ardor.
8. Permanece entre 15 y 20 minutos respirando profundo. Puedes usar este momento para meditar, agradecer o simplemente sentir.
💡 Consejo: Escoge un espacio íntimo, tranquilo y cálido. Puedes poner música suave, velas o usar aceites esenciales complementarios para crear una atmósfera ritual.

¿Qué hierbas se usan para una vaporización vaginal?
La elección de las hierbas depende de tu intención o condición física-emocional. Algunas son más suaves y armonizadoras; otras, más depurativas y estimulantes.
Hierbas florales y calmantes (para ciclos irregulares, estrés, reconexión):
- Lavanda
- Rosas
- Caléndula
- Manzanilla
- Hoja de frambueso
Hierbas depurativas y protectoras (para inflamación, infecciones, limpieza):
- Ortiga
- Llantén
- Anamú
- Echinacea
- Pensamientos
- Shiitake (hongos medicinales)
Puedes usar mezclas preparadas o armar tu propia combinación según lo que necesites trabajar.
🌿 Consulta recomendada: Para información más detallada sobre propiedades herbales seguras para uso ginecológico, puedes revisar el portal de Mount Sinai: Lavender – Mount Sinai

Vaporizaciones vaginales y reconexión emocional
Más allá de sus beneficios físicos, la vaporización vaginal es una oportunidad para conectar con una parte de nosotras que a veces olvidamos o rechazamos: nuestro centro creativo, nuestro útero.
Vaporizaciones vaginales: medicina para reconectar con tu útero, en nuestro útero se aloja no solo la capacidad de gestar vida, sino también emociones, traumas, relaciones pasadas, duelos no cerrados, memorias ancestrales.
El vapor caliente con hierbas no solo suaviza los tejidos, también puede ayudarnos a suavizar lo interno, lo que está oculto. Por eso muchas mujeres experimentan llanto, visiones, recuerdos o un profundo alivio emocional después del ritual.
Mezclas recomendadas Botica de Luna
Mujer Venado: Floral y armónica
Una mezcla suave pensada para quienes se inician en esta práctica o sienten desequilibrios suaves. Contiene lavanda, caléndula, rosas y hojas de frambueso. Es ideal para acompañar procesos de reconexión con el ciclo menstrual, armonizar emociones y aliviar la sensación de frialdad uterina.
Mujer Cóndor: Depurativa y transformadora
Creada para mujeres que han probado todo y buscan una limpieza más profunda. Incluye shiitake, echinacea, caléndula, anamú, ortiga, pensamientos y llantén. Recomendada para inflamaciones crónicas, infecciones frecuentes, procesos emocionales intensos y cierre de etapas.
Cada mezcla rinde para 2 vaporizaciones. Viene lista para usar, sin necesidad de saber dosificaciones ni fórmulas.
¿Es segura la vaporización vaginal?
Sí, si se hace con conocimiento, precaución y respeto por el cuerpo.
Aunque es una práctica ancestral, su popularización en occidente —particularmente tras ser promovida por celebridades como Gwyneth Paltrow— ha llevado a muchas mujeres a probarla sin información adecuada. De hecho, tras las recomendaciones difundidas por su plataforma Goop, se reportaron casos de quemaduras por uso incorrecto del vapor.
👉 Por eso es crucial recalcar: el vapor debe sentirse cálido, nunca hirviendo. Hay que esperar unos minutos después de apagar el fuego antes de exponerse y probar siempre con la mano antes de sentarse. También es fundamental usar recipientes estables y una distancia segura entre el cuerpo y la fuente de vapor.
Esta es una medicina femenina poderosa, pero como todo ritual, debe realizarse con intención, cuidado y respeto por el cuerpo.**
🔎 Advertencia médica general: El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) no respalda el uso médico de duchas o tratamientos invasivos en la vagina, pero reconoce la necesidad de más investigación sobre prácticas tradicionales no invasivas como la vaporización. ACOG.org
Consulta con tu ginecóloga integrativa o profesional de confianza si tienes dudas específicas.
Conclusión: volver al calor, al cuerpo y a las plantas
Las vaporizaciones vaginales son mucho más que un tratamiento físico. Son un puente de regreso a tu cuerpo, tu útero y tu energía femenina.
En un mundo que constantemente nos exige estar en la mente, el hacer y el control, volver al cuerpo, al calor y al silencio es un acto radical de autocuidado.
🌿 Si sientes el llamado, comienza de forma suave. Escoge una mezcla que resuene contigo. Crea tu espacio. Escucha. Tu cuerpo sabe.
